Editorial
U.R.T.
Los mineros se quedaron sin apoyo de
los sindicatos, CC.OO y UGT/SOMA, a partir del mes de Julio, pero
debido a la aparición de todo un conjunto de EREs o “Regulaciones
de Empleo”, por parte de la patronal, que se traducen en nuevas
reducciones de prestaciones laborales y sociales, que se suman al
anterior ataque a la minería por parte del gobierno, han vuelto a
prestarles apoyo, tras haber abandonado previamente la lucha, en un momento en el que llegaron a la irrisoria desfachatez de formar piquetes contra los
mismos huelguistas en las puertas de los economatos, para que no
pudieran recurrir al suministro de alimentos a bajo costo y proseguir
la huelga, forzándoles así a volver al trabajo.
En muchos sitios, los mineros tuvieron
que volver al trabajo, no obstante, en León, decidieron continuar
por su propia cuenta la huelga, llegando a un seguimiento del 95%
durante el mes de Julio.
El pasado 10 de Octubre, la Sección
Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias ordenaba el ingreso en
prisión de 5 mineros detenidos en las protestas de Julio.
Mientras tanto, continúan
produciéndose nuevos brotes en el desarrollo de la lucha minera. Se
trata de episodios aislados, pero que cuentan con el creciente apoyo
de ciertos sectores sociales, como trabajadores desempleados, y un
renovado apoyo de secciones sindicales.
Actualmente, hay abierto un Expediente
de Regulación de Empleo (ERE) de medio año de duración que
empezaría a aplicarse a partir del 25 de Octubre, en las minas de
Victorino Alonso, que afectaría a buena parte de 180 trabajadores de
las subcontratas que el empresario tiene en León y Asturias. Los
sindicatos se posicionan totalmente en contra: rechazan estas medidas
de ajustes, que se traducen en reducciones salariales y aumentos de
jornada laboral de manera encubierta, así como en privar a los
trabajadores de cobrar íntegramente las vacaciones de los 3 meses
anteriores a la puesta en funcionamiento del ERE. Victorino Alonso
quiere rebajar el sueldo en un 37,5%, eliminar la paga extra de
Diciembre y acabar con el pago de la ropa de trabajo en las minas;
teniendo en cuenta la ya desgastada situación de la minería, estos
próximos expedientes de Alonso darían una estocada importante al
sector, en una red de subcontratas que abarcarían a una plantilla
total de 2000 trabajadores en la provincia de León, a las que se
sumarían otras compañías: UMINSA, el Coto Minero-Cantábrico,
cuyas patronales también pretenden adherirse al mencionado ERE con
condiciones análogas; por ejemplo: eliminarían el transporte de
personal y reducirían el gasto en ropa de trabajo, que en vez de
entregarse de manera semestral se entregaría una vez por año
trabajado. Además, los desplazamientos de trabajadores dentro de los
pozos y el descanso para la comida quedarían completamente excluidos
de la jornada laboral, que sería de 365 días al año. Por otro
lado, la patronal pretende suprimir el complemento de las
prestaciones por accidente de trabajo, las becas y cualquier otra
prestación de carácter social a las familias de los trabajadores,
así como el suministro gratuito de carbón a trabajadores
prejubilados y viudas ó viudos de estos, conocido como “vale del
carbón”.
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