Editorial U.R.T.
El 25 de Septiembre se congregaron
miles de personas a las puertas del parlamento español en Madrid para exigir un cambio estructural del régimen político, social y
económico, como respuesta popular a las medidas antiobreras llevadas
a cabo por los sucesivos gobiernos pro-capitalistas, tanto del PP
como del PSOE, y oponer medidas de cambio radical como salida a la
crisis social, de desempleo y vivienda generada por la crisis
financiera y agravadas por las políticas de desahucios, EREs, y
destrucción en materia de derechos laborales, y privatizaciones y
recortes a prestaciones y servicios sociales.
Vimos como las semanas antes, la
respuesta de principales partidos, tanto de oposición como de
gobierno, era alertar y darse ambos la mano, coincidiendo en censurar
tales convocatorias como “golpistas”, relacionándolas
demagógicamente con el golpe tardofranquista de Tejero.
La respuesta del gobierno, ya conocida,
no ha sido otra que un plus en la escalada represiva y el ejercicio
de violencia desmedida y sin sentido, practicándose detenciones
arbitrarias y arrestos, con la correspondiente citación a instancias
judiciales de la Audiencia Nacional. Éstas no tardaron en ser
archivadas, tras haber desestimado el juez Pedraz los hechos que
les imputaba la Delegación de Gobierno y Policía: “delito
contra las instituciones del Estado”. El mencionado juez estimó
que la convocatoria del pasado 25-S bajo el lema Rodea el Congreso,
no constituye motivo alguno de delito, al estar protegida la petición
de dimisión del gobierno por “la libertad de expresión, máxime
ante la convenida decadencia de la clase política”. Tras ello,
Pedraz criticó tanto a Policía como a Ministro de Interior sus
“excesos”, ante lo que el portavoz del Partido Popular en el
congreso respondió motejando de “pijo ácrata” al juez. Por su
parte, los portavoces parlamentarios del PSOE, IU y UPyD, han
rechazado la declaración del PP, no sin antes apresurarse a rechazar
parte de lo escrito en la declaración del juez.
Durante los días posteriores a la
represión, se han sucedido las protestas en Neptuno, a escasos
metros del parlamento. La respuesta represiva del gobierno el 25-S,
los golpes y palizas, las detenciones arbitrarias del gobierno y las
citaciones judiciales, la instrucción monstruosa del caso por parte
de Policía e Interior, han desatado la rabia popular, que se traduce
en protestas, las cuales han terminado alcanzando magnitudes si cabe
superiores a las de la convocatoria actual. A la situación de
malestar socio-económico se suma el rechazo a una actitud hostil y
la reacción represiva de gobierno, cuerpos represivos y el conjunto
de la clase dirigente, pero, particularmente, hacia la aparición de
presos políticos. El episodio ha puesto a las claras ante el común
de la opinión pública que estos no sólo son privativos de las
dictaduras militares y de corte fascista o totalitario, sino que son
un hecho, junto con las cargas policiales, cada vez más recurrente
por parte de un régimen de oligarquía financiera a duras penas
legitimado con una Constitución monárquica pactada con las
anteriores fuerzas del franquismo, y sobre una falsa idea de
“representatividad” por parte de parlamentos mediatizados por
unos cuantos partidos en su amplísima mayoría pro-capitalistas, y a
favor de las recetas de la Troïka y el FMI, y los dictámenes de
grandes inversores y bancos.
Por su parte, este editorial manifiesta
su entero apoyo a las protestas del 25-S, y llama al grueso de la
población a participar en próximas convocatorias, que tendrán
lugar el 19 de Octubre, con el ingreso al parlamento de un documento
de rechazo rotundo a los presupuestos generales del Estado para 2013
que los diputados empezarán a debatir el martes, 23 de Octubre, y
que los convocantes estiman que son “los más injustos e irreales
de las últimas décadas”; y el 23 y 27 de Octubre, con sendas
concentraciones masivas, cuyo objetivo es el de rodear una vez más
el congreso.
Desde la U.R.T., consideramos
que las mencionadas movilizaciones no han surgido de la nada, sino
que son la consecuencia de un caldo de cultivo y malestar social que
se ceba en las costillas del conjunto de la clase trabajadora, ante
las actuales políticas neoliberales de recortes, privatizaciones,
despidos colectivos y destrucción de derechos laborales, salariales
y políticos, teniendo su precedente más inmediato en las anteriores marchas de trabajadores y desempleados. Entre ellas, podemos destacar las marchas mineras, que supondrían un parteaguas de la movilización popular y la lucha obrera contra las políticas de recortes, en este caso contra el tejido industrial del país, en uno de sus eslabones estratégicos: la minería. O la Marcha de Trabajadores y
Desempleados a Madrid del 21 de Julio, ante las Puertas del
Ministerio de Trabajo. Las primeras son ya bien conocidas; y han quedado en el ideario colectivo de millones de trabajadores y trabajadoras. En cuanto a las últimas, extendían sus demandas más allá de reivindicaciones sectoriales: no se limitaban a ser una convocatoria de desempleados, sino que iban más allá, al buscar soluciones estructurales a la crisis de desempleo a través de políticas redistributivas y de reparto del trabajo que a su vez cuestionen los pilares básicos del capitalismo. Concentraron a más de 1000 personas
por la mañana, y en torno a más de 5000 por la tarde en Sol,
procedentes de distintas provincias, así como de la capital y las
inmediaciones de Madrid. En éstas, el contenido de las consignas y
de las protestas fue ampliamente reivindicativo, a favor de las
conquistas y derechos de la clase obrera. Las exigencias iban desde
el reparto del trabajo, la reducción de la jornada laboral sin
reducción salarial y la nacionalización de la banca hasta la
democratización del régimen político, pudiéndose oír lemas como
“viva la lucha de la clase obrera”, “obrero despedido, patrón
colgado” o “lo llaman democracia y no lo es”. Asimismo, hubo
amplia representación de colectivos y activistas de izquierdas y de
sindicatos alternativos como la CNT, con la presencia de numerosas
banderas republicanas, rojas y rojinegras. Entendemos que éste ha
sido un primer paso para popularizar políticas obreras como única
salida posible a la crisis, a favor de las capas populares.
Entendemos que no basta con exigir un
cambio formal de las estructuras políticas y constitucionales
parlamentarias, sino que cualquier cambio radical debe pasar por un
cuestionamiento profundo del régimen de propiedad privada y de las
estructura económicas, así como de los grupos de poder
político-económico que tienden a concentrar el control sobre los
medios de producción y la mayor parte de las riquezas que producen
con trabajo obrero en unas pocas manos. Un cambio de este tipo, debe
abogar por una política “agresiva” de reformas socializantes y
redistribución de la riqueza, tales como:
1. La reducción gradual de la
jornada laboral sin reducción salarial, a un mínimo, por ley, que
obligue a las empresas a contratar nueva mano de obra, generando
nuevos puestos de empleo.
2. La nacionalización de la
banca y los sectores estratégicos de la economía
(telecomunicaciones, electricidad, industria pesada, minería, etc.).
3. La abolición y reversión de todo tipo de privatizaciones
y recortes sobre empresas estatales y servicios públicos.
4. Un paquete de inversión
masiva estatal en industria pública productiva y servicios
sociales de calidad, como sanidad y educación, así como la
gratuidad total de tales servicios.
5. El monopolio del comercio
exterior y la ayuda pública, con posibilidad de creación de redes
en régimen sindical-cooperativo de pequeños y medianos negocios.
6. El control obrero de la
producción en empresas y bancos. Esta se extendería también a los
medios de prensa, con a) la completa democratización y
socialización de los medios informativos: cadenas de televisión,
emisoras de radio y medios de prensa, al servicio de la sociedad y no
de un puñado de empresas privadas y lobbies.
7. Viviendas a precio de
coste, con pago mensual no superior a 15 € / mes y a)
abolición del cobro de intereses. b)
Expropiación y redistribución de parques de viviendas vacíos. c)
Derogación de desahucios
por impago de alquiler o hipotecas.
Estas medidas, deben así mismo ir
acompañadas de una democratización radical del sistema político,
con: 8. la eliminación de formas jerárquicas de gobierno
basadas en el electoralismo de unos cuantos dirigentes y cargos
públicos por la amplia masa de electores y puesta en vigor de un
régimen asambleario, basado en la celebración
periódica de asambleas con carácter decisorio sobre amplias
parcelas de la vida pública y la economía, 9. fin de la
burocracia, con la completa rotatividad de los cargos
administrativos, 10. la reducción del salario medio de
cargos públicos, políticos, sindicales y empresariales al salario
medio de un obrero, 11. la posibilidad de electividad y
revocación inmediata sobre estos cargos por parte
de su asamblea si no cumplen el mandato de la misma, y 12. la
eliminación de toda forma de financiación desigual o privativa por
parte del Estado o por parte de grandes capitales privados, entidades
bancarias privadas o por parte de gobiernos extranjeros a partidos
políticos –socavando así la base de poder mediático-económico
de los actuales partidos capitalistas–.
En una palabra, la abolición del
régimen partitocrático y del capitalismo privado
transnacional-financiero, en favor de un régimen político
completamente asambleario –en el que los partidos no tengan poder,
y no sean más que meras agrupaciones programático-ideológicas de
personas que comparten una misma visión política sobre la gestión
de la sociedad y la economía–, y en favor de un sistema económico
en el que la tierra, las fábricas, las infraestructuras, los
recursos naturales, en una palabra, los “medios de producción”,
sean propiedad “social” o “común” de toda la sociedad para
que el conjunto de la población pueda beneficiarse y enriquecerse
colectivamente de las riquezas que produzcan, y ejercer conforme a
sus comunes intereses una verdadera toma de decisiones sobre los
mismos.
Quienes
pretenden limitar las convocatorias a una mera revisión de las
instituciones políticas sin alterar en lo más mínimo las
relaciones sociales y económicas, el régimen de propiedad privada
de unos pocos sobre los medios de producción, y el proceso de toma
de decisiones por parte de una minoría elegida a “cheque en
blanco”, carecen, a nuestro entender, de un verdadero espíritu
revolucionario. Aspiran a poco más que una sucesión de reformas
cosméticas que en poco cambiarían la principal fuente de las
injusticias que tiende a padecer la mayoría de la población bajo el
capitalismo.
1 comentarios:
“ESTE ES EL GOBIERNO DE OLLANTA HUMALA”
…. Que así quede escrito en la historia peruana….
Distinguidos Amigos:
No queremos exponer la denuncia de las agresiones que ha sido víctima la digna profesión médica durante más de 20 años. Tampoco queremos herir con adjetivos innecesarios al MINSA ni a la poderosa USAID Fachada de la CIA, cuyo principal funcionario… OLLANTA HUMALA … Lo tenemos al frente del gobierno.
LOS MEDICOS DE LIMA ESTE, reunido en Asamblea Extraordinaria, acabamos de reafirmar el principio de que aspiramos a un nuevo Sistema de Salud, basado en la Medicina Preventiva, que sustituya a la Medicina Curativa Comercial que hoy prevalece, y cuya dirección, se encuentra en las manos de una Ministra de Salud colocada a dedo por nuestro actual patrón, USAID, y cuya política neoliberal de pauperización del Sistema público de Salud, lo demuestra con el cinismo del cual hace gala al decir que “Eso es todo lo que puede ofrecer a los justos reclamos de los médicos” quienes llevan hasta el momento 30 días de huelga medica indefinida.
Nuestra aspiración de primer orden, es, que se incluya el derecho a escoger nuestro propio Sistema de Salud. Y ese sistema ya lo hemos escogido, y No es por ningún motivo el Neoliberal que se nos quiere imponer a sangre y fuego.
Examinamos los resultados de las negociaciones sobre la Huelga Médica y Consideramos que esos acuerdos constituyen un paso importante en las negociaciones entre el Gremio Médico y la Doctrina Neoliberal del MINSA, y que podrían allanar el camino para negociaciones posteriores más amplias. Pero para los médicos de Lima Este, esos tratados no son más que una parte del avance hacia el reforzamiento del Sistema Público.
Sabemos perfectamente que la Política Neoliberal del MINSA, continuará con su estrategia agresiva de pauperización sistemática de nuestro sistema de salud, de eso no nos queda la menor duda. Por lo tanto es de necesidad lograr, en plazo perentorio, la plena expulsión de USAID del MINSA, hecho que se ha logrado en otros países, más adelantados políticamente que el nuestro, y que implica una denuncia ética y moral de oficio, por el Colegio Médico del Perú.
Las autoridades del MINSA, apoyadas cada día más por la prensa corporativa, antes indiferente, ahora más envalentonada, han cerrado todo camino de una verdadera negociación, tanto, que los intentos de soluciones negociadas no pasaron de ser artimañas con el fin de agotar inútilmente nuestras fuerzas.
Los Médicos de Lima Este, ha decidido, continuar la huelga, ahora más fuerte que nunca, producto del convencimiento de que con la dignidad en alto, no se le debe temer a nada.
Los médicos en el Perú nos educamos en el odio al abuso de cualquier tipo, y desde el fondo de nuestras almas, repudiamos con todas nuestras fuerzas, la despiadada política de muerte lenta, que en nuestra propia casa, desata una entidad extranjera. USAID, Despojándole el derecho a nuestro pueblo a una atención médica de calidad. Contrario a esto, los heroicos Médicos de Lima Este que integran la huelga, constituyen un ejemplo impresionante de abnegación y patriotismo, y son el fiel testigo de la miseria más grande de la historia peruana,— HABIENDO TANTO DINERO — 60,000 millones de dolares en reservas internacionales, se piense utilizar de Botín Económico para…Manos Privadas… que esperan ansiosas, lejos de la Salud del pueblo peruano.
La solución para el problema medico implica el gasto de 50 millones de dolares, es decir menos de la milésima parte de lo que el Perú tiene en estos momentos en sus reservas, las mismas que pueden ser multiplicadas por Proyectos de Inversión a corto mediano y largo plazo, tal como lo prueba en forma fehaciente el Informe Técnico Económico y el Informe de Reingenieria Económica.
No existe justificación económica para la solución al problema de Salud, sin embargo el Banco Central de la Reserva del Perú, piensa invertir en lo que va del año, en comprar 20,000 millones de dolares para comprar dolares devaluados a sobreprecio, como rescate financiero del dolar americano.
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