Paqui Álvarez Pérez, Sevilla
El Ministerio de Industria y los sindicatos y la patronal de
Carbunión han concluido sin éxito la reunión de la Mesa de Seguimiento del
Carbón que se ha celebrado este miércoles en la sede del Departamento que
dirige José Manuel Soria.
Según ha explicado a los medios de
comunicación al término de la reunión el jefe de la patronal de Carbunión,
Victorino Alonso, el encuentro no ha servido para acercar posturas entre las
partes debido a la "falta de racionalidad" del Gobierno. Según
Alonso, las partes se volverán a reunir en septiembre u octubre.
Los sindicatos habían señalado antes de la
reunión que este encuentro era "un elemento necesario para la solución del
conflicto", al entender que la
Comisión era el "órgano legitimado para dar solución al problema al que se
enfrenta la minería".
Así
termina otro capítulo de esta lucha, otra batatalla más. El gobierno aprieta
con fuerza la presa, un gobierno solapado ya en dictadura financiera, que nos
retrotrae a la anterior muy próxima aún, con la que enlaza. La primera derrota,
la de Franco, fué en 1962, infligida por los mineros asturianos. Pero no
vayamos a equivocarnos, Franco no era negociador ni dialogante, ni mucho menos.
En aquélla ocasión Europa presionó tanto, y tanto se posicionó al lado de los
mineros, que fué una salida airosa. Ahora es esa misma Europa la que presiona
al gobierno de España a acabar con la minería. Entonces se pergeñó el
"movimiento obrero", y ni siquiera el estado de excepción pudo
detener a este colectivo, como punta de lanza obrera, que ha seguido
combatiendo en todos los frentes en los que sus derechos han sido amenazados.
Las
cuencas de Asturias y León no deponen su actitud de huelga. El colectivo de las
mujeres de los mineros lucha también y presiona en esta cruzada emblemática que
es la minería, por su cohesión, su unidad y concepto de clase y lo está
demostrando en esta movilización aunque los sindicatos mayoritarios parece que
han tomado una posición vertical. Pero si un colectivo tiene carisma para
convocar una revolución obrera, ese es el minero, y es una revolución obrera lo
único que puede derribar la dictadura financiera que ha sentado sus reales en
el "gobierno democrático".Y lo saben desde Rajoy al último concejal.
Es por eso que tienen miedo, mucho miedo en ésta caída lenta a la que ya se ven
abocados, y eso los hace imprevisibles, lo que los hace infiltrarse en los moviientos
sociales, disfrazado de mil maneras para que no progrese la revolución. Porque
si no han soltado aún la presa que mantienen en un tira y afloja, ahora quieren
asegurarla firmemente al amparo del neoliberalismo que le brinda sostén, apoyo
y cobijo.
Y es
ahora cuando, siguiendo el ejemplo del colectivo minero, entrando por la brecha
que dejan abierta, se podría caer con todo tipo de acciones sobre el sistema de
gobierno que ampara la corrupción de la aristrocracia oligárquica. ¿Hasta
cuando la bota de esta dictadura renovada y rediviva ha de pisarnos la
nuca?. Hay que vencer, es preciso, la
apatía y el desencanto que tanto fraude al obrero, tanta burla a sus derechos,
impiden aglutinar, con auténtico sentimiento de clase, a los trabajadores y
moverse en la dirección adecuada.
El
discurso que estos días demoniza a políticos y banqueros y que va
convirtiéndose en un adormecedor mantra, debe ser reforzado y dirigido al
sistema económico y de gobierno, de la dictadura financiera. Hagamos caer a
este sistema podrido, contaminado inexorablemente de neoliberalismo corrosivo
que se fagocita a sí mismo, y con él caerán todos aquéllos en los que hacemos
significar y simbolizar, porque lo son, a los enemigos de la clase obrera.
El hilo
del diálogo, si alguna vez lo hubo, ya no existe. No puede ni debe existir
diálogo entre oprimido y opresor. Sólo caben, ahora, hechos, actos encaminados
a aglutinar, a llevar a la unidad de los trabajadores. Es la UNION la que ha de
gaantizar el éxito de esta lucha, ya sin cuartel, para asegurar derechos y un
sistema de gobierno justo y transparente que los garantice. Y el tiempo
apremia.
Los
mineros saben, son conscientes de la gravedad de la situación por su
trayectoria de lucha por el TRABAJO. Extendamos ese convencimiento a todos los
sectores laborales. Ellos siguen en lucha, ¡aunemos todas las fuerzas!
¡aprovechemos la lección magistral e histórica que nos están dando! ¡Hagamos
historia luchando por la UNION POR EL REPARTO DEL TRABAJO! O nos levantamos ya,
¡ahora! dispuestos a actuar o sucumbiremos a una dictadura despiadada que lo
único que trae es esclavitud. No hay alternativa.
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