Por una respuesta de clase al capitalismo: por la Democracia Obrera

Las consignas de los grupos que están proliferando actualmente y que se manifiestan contra los recortes, las estafas bancarias, los desahucios, la privatización de la sanidad, de la educación, la justicia clasista, etc., atacan los síntomas de la enfermedad por la que España está pasando y sufriendo, pero no la causa de esta enfermedad. 

El gobierno y la oposición son dos reconocidos y aceptados partidos neoliberales: en el caso del PSOE no tiene ningún sentido debido a las siglas que ostenta. Ambos trabajan en favor del capitalismo mundial a imagen y semejanza del que se practica en los Estados Unidos, un libre mercado en el que caben todos los negocios que puedan beneficiar de algún modo a la oligarquía dominante; el neoliberalismo, que es lo peor del sistema internacional, trabajan para la dominación de todas las naciones sobre el paneta tierra, para construir un imperio global mercantil, esclavizándonos a todos a la voluntad del mercado y de sus sirvientes los neoliberales. 



Se puede decir que Rajoy está en realidad ejecutando órdenes de la UE y el FMI, para castigar al pueblo español por nuestros pasados "pecados", consistentes en haber conseguido derechos y salarios nada competitivos para los negocios en vista al exterior, y su esfuerzo es titánico, y no se paran en cualquier duda moral o ética para cambiar leyes o reformarlas, para conseguir facilitar el camino que ha de conducirnos al rebaño de los gurúes de las finanzas.

Los marxistas amantes de revoluciones, estamos como sacudidos por algún tipo de hechizo que nos impide contraatacar de forma contundente contra este siniestroplan. La clase trabajadora no responde desde la lucha de clases sino desde los colectivos sociales descafeinados de ideas revolucionarias efectivas; políticamente hablando no luchan por su clase, luchan por sus salarios como si una cosa no estuviera ligada a la otra, pero por sobre todas las cosas, con el fin de crear un falso estandarte bajo el cual los de la derecha los mantienen mal informados y les ayudan con subterfugios, amalgamándose con movimientos ciudadanistas, "desde las sombras", a crear consignas que incluyen una vacuna anti-marxista, desde frases como “ni de derechas ni de izquierdas”, que difuminan adecuadamente el miedo de la derecha neoliberal a un cambio de sistema que pudiera destruirlos, y así nuestra juventud, sin si quiera sospecharlo, utiliza las banderas de la derecha, uniéndose a ellos en esta falsa sensación de que son unos rebeldes con una causa, de que es realidad la causa controlada, ideada y hecha a medida por los neoliberales. Lo peor quizás, es que ni siquiera saben que están siendo usados por los taimados hombres de la nueva era neoliberal que están ya dominando el planeta.

¿Quién se beneficia de toda esta trama con alguna que otra voladura controlada? ¡El PP lo hace! ¡Los neoliberales de Europa (de ambos colores, neo-cons y "socio"-liberales) lo hacen!, pero sobre todo, y en una palabra, los dueños de los grandes capitales. Todas las protestas no están adecuadamente dirigidas hacia ellos, a los que todo debería estar dirigido. En lugar de eso, nos perdemos en luchar contra minucias, sin utilizar los medios que pusieron a nuestra disposición los auténticos valedores de la clase trabajadora hace ya muchas décadas: esos marxistas que escribieron la historia de las revoluciones, que sí consiguieron acabar con el feudalismo o el zarismo, y abrieron el camino a la esperanza y una nueva vida a la clase obrera, que es nuestra clase.

Si no aprendemos de toda las lecciones de la historia, mientras ellos se mueven por detrás, "entre las sombras", se beneficiarán de nuestro sufrimiento, y en secreto ajustarán nuevamente las cadenas de la esclavitud alrededor de nuestras tobillos.