La sanidad pública y la crisis

Agustín Baena, Barcelona

Vivimos unos tiempos cruciales para el destino de la sanidad pública de nuestro país. En pocos meses de gobierno neo-conservador del PP, la ideología social que en estos años de pseudo-democracia burguesa ha guiado a la empresa pública sanitaria está resquebrajándose a golpe de maza neo-liberal, achacando a la crisis del capital una profunda reforma en el sistema sanitario público español.

En España toda persona, fuera la que fuera su condición social, disfrutaba de una atención sanitaria gratuita de la máxima calidad. Era uno de los denominados derechos universales.

Pues bien, esto se acaba, o mejor dicho, están acabando con ello. De golpe y porrazo según el gobierno, la sanidad es un sistema “deficitario”, “tiene pérdidas”, y esto es algo que no puede permitir. ¿Solución para estas pérdidas?,venderla al mejor postor. Ni un solo intento de reflote, ni una idea nueva para hacerla más viable en estos tiempos. “Se vende”, y “muerto el perro se acabó la rabia”.

La pregunta que deberíamos hacerle al gobierno es ¿cómo quiere que sea “rentable” una empresa que nunca se creó para generar riqueza? ¿Qué sentido tiene medir según criterios de “márketing” y “rentabilidad empresarial”, es decir, trasladar conceptos propios de la empresa lucrativa capitalista, a un ámbito de los servicios sociales como la sanidad? ¿Es que acaso se pretende convertir la sanidad de un servicio público a un negocio, destinada a “clientes” en lugar de a pacientes y ciudadanos?

La sanidad pública ha tenido, y ha de seguir teniendo, el objetivo de crear el mejor producto sanitario para toda la población. El consumo de este producto para quien lo necesite es su real objetivo. Pero este “producto” no se “vende”, ya que la empresa pública sanitaria la pagamos todos los trabajadores, mientras estamos sanos, a fin de disfrutar de ella en el caso de caer enfermos. Es decir, es un seguro público de salud. Lo pagas siempre para utilizarlo en caso de necesidad, sin coste alguno en este momento, como cualquier buen seguro.

Pues bien, este gobierno pretende obtener cobro mensual de la seguridad social, y a la vez cobrar el “servicio” de salud cada vez que lo necesite el enfermo –convirtiéndolo así en una fuente de negocio–. ¿Esto no es cobrar dos veces el mismo producto.

Negocio redondo

¿Es el estado una empresa con ánimo de lucro? Sin otro fin que el de llegar a este objetivo, poco a poco se está introduciendo el re-pago de servicios de salud, o la anulación de servicios para abaratar costes, y así poder vender finalmente el sistema público al mejor postor.

Luego está el re-pago de fármacos. Se aumenta la tasa de fármaco que paga el ciudadano por la compra de éste con receta (un salario medio de 1200 euros mensuales pasa de pagar el 40 % al 50%), aunque el estado sigue reteniendo lo mismo en nóminas de seguridad social. Sin embargo, a partir de 100.000 euros de nónima anual el incremento de la tasa de fármaco que paga el ciudadano se reduce al 60%. Así que el dueño de Inditex pagará un 10% más por sus fármacos que yo, lo que traducido a su nivel de vida es poco más que “calderilla”. Es decir, tanto el trabajador medio como el magnate de una gran empresa capitalista sufrimos una disminución de prestaciones pagando prácticamente lo mismo. Ahora, el día 1 de septiembre aplicarán la subida del IVA, que afecta al IVA reducido de los productos sanitarios: por consiguiente se producirá un incremento aún mayor del precio de fármacos. En general sube del 18% al 21%.Y en los productos con IVA reducido del 8% al 10%. Estos productos son por ejemplo gasas, desinfectantes, prótesis, gafas, lentes de contacto, sillas de ruedas, muletas, tampones, compresas, preservativos, pañales... A esto cabe añadir que a partir del 1 de Octubre alrededor de 1400 medicamentos han dejado de gozar de cobertura por parte de la seguridad social, con lo que deben ser costeados por el bolsillo del enfermo.

Si además eres catalán sufrirás por 2 veces. Sus aliados del govern català, CIU, de mismo corte neo-liberal y socios en usura a su población, han decidido que además de este aumento en el porcentaje de pago, se ha de cobrar 1 euro por cada receta. El límite de este re-cobro será de 61 euros anuales; pero con salvedades: en toda compra de medicamentos es un requisito el abono de un euro. Las cuentas de los 60 euros se hacen en la declaración de renta del año venidero. Así, puedes haber gastado 200 euros y hasta el año siguiente no ver devuelto tu dinero, y sólo en caso de que te corresponda devolución alguna de hacienda.

En el caso catalán la privatización es flagrante. Muchos servicios de

hospitales públicos ya han sido vendidos en silencio. Por ejemplo, el servicio de RX del Hospital Valle Hebrón, referencia en toda Catalunya. Este servicio ha sido adquirido por uno de los hijos del Ex-President Jordi Pujol. Debe ser que tiene suerte en las subastas públicas. Ahora, la Generalitat paga a esta empresa, ayer pública, para que le realice las pruebas diagnósticas del citado hospital. Cabe decir que el único cliente de esta empresa es el mismo hospital. Esta empresa privada, no se dedica a crear nuevos clientes en el sector privado, sólo succiona de los fondos públicos y los desvía a bolsillos privados, donde antes, según el govern, había “pérdidas”.

¿Cual es su “secreto”?

Utilizar productos de peor calidad, en detrimento del paciente; realizar menos pruebas por el mismo precio que antes; explotar a los trabajadores, aumentando las horas de trabajo y a la vez reduciendo salarios.

No contento con esto, el molt honorable President Artur Mas, y su servil Conseller de Sanitat Boi Ruiz han dejado sin media paga extra de Verano y sin la de Navidad a todos los trabajadores de la sanitat catalana, y han causado impago en unos cuantos centros sanitarios concertados,con lo que muchos compañeros trabajadores de la salud a día de hoy no han cobrado la paga de julio, ni creemos que vayan a cobrar la de agosto, hasta nuevo aviso.

Como solución digna de un gobierno de la derecha rancia el president ha recomendado als catalans que se hagan un seguro privado de salud, y este será deducible al fisco. Gran solución del govern que ha de velar por su pueblo. La pregunta es ¿como quiere que se hagan tal seguro los parados, los que no cobran el paro, los trabajadores peor remunerados y aquellos a los que les han quitado la paga de julio? No se puede tener menos escrúpulos.

Mientras esto acaece sin freno,las mentes pensantes de Madrid siguen dando nuevas y mas brillantes soluciones; la más sorprendente, últimamente, ha sido la de negar la asistencia sanitaria a los trabajadores emigrados de otros países que carezcan de papeles en regla. Sólo se les atenderá de urgencia. Es decir, no se les dará tratamiento del cáncer, ni de la diabetes, ni se les hará seguimiento del embarazo, ni vacunará a sus hijos, por poner 4 ejemplos de los centenares que por vergüenza no me atrevo a enumerar.

Aunque hará una excepción; estos emigrados podrán pagar 700 euros anuales, o el doble, en caso de tener más de 65 años, por recibir la misma asistencia que el resto de ciudadanos de España. Pero, eso sí, no se les darán papeles ni el derecho al trabajo en nuestro país. ¿Cómo piensa entonces Rajoy que conseguirán ese dinero? ¿Acaso les está incitando al robo? Nunca mejor dicho aquello de “la bolsa o la vida”. Por tanto hoy tenemos en España ciudadanos con derecho a la salud y a la vida, y hombres que no tienen ese derecho. La distinción entre ciudadanos de pleno derecho y esclavos sin derechos ya se vivió en la antigua Roma. Me pregunto si no tendrán mejores referentes…

Las reacciones no se han hecho esperar: en un alarde de solidaridad de clase, los servicios sanitarios de ocho Comunidades Autónomas se han negado a “no atender” a los inmigrantes sin papeles, estas son: Galicia, Andalucía, País Vasco, Asturias, Navarra, Canarias, Cataluña y Castilla y León.

Sólo queda esperar para ver con qué nuevas medidas nos atacarán proximamente. ¿Lo vamos a seguir permitiendo?