A raíz de los últimos conflictos y combates entre milicias kurdas y grupos islamistas del ISIL*
A raíz de los últimos combates en territorio kurdo, entre las milicias kurdas (entre las que destaca el YPG, brazo militar del PYD, sección siria del PKK) y grupos islamistas vinculados principalmente al ISIL (Estado Islámico en el Iraq), el debate, dentro del campo de la oposición al régimen de Bashâr al-Asad, entre a quién apoyar, está servido. Unos plantean la idea de que a un lado estarían las fuerzas rebeldes, adalides de la oposición armada a las masacres de Bashar al-Asad, y los que de verdad luchan por la caída del régimen, al otro, estaría el PYD, que consideran un títere del régimen, por haber llegado en el pasado a ciertos "tratos", conversaciones y "acuerdos" con el mismo, y a cierta actitud de "equidistancia" respecto a la guerra civil siria, sin tener en cuenta que esta situación sólo fue temporal y buscaba la estabilidad y protección de la propia población civil, mayoritariamente kurda, del norte de Iraq, alejándolos en lo posible de cualquier dinámica de destrucción de las infraestructuras y fuerzas productivas, desestructuración social o guerra sectaria que pudiese saldarse a su costa en forma de una deriva de tipo limpieza étnico/confesional por parte de aquellas facciones más reaccionarias, de tipo teocrático-islamista, de la oposición, o por parte del propio régimen. Quienes plantean esta posición, olvidan que poco después de este temporal período de "paz" relativa, no enfrentamiento armado y "equidistancia" entre las guerrillas kurdas y el régimen, se terminarían produciendo finalmente enfrentamientos, coincidiendo además, con la aparición y aumento de hostilidades por parte de grupos armados de la "oposición" vinculados tanto al CNS (principal fuerza política derechista de la oposición, vinculado a los intereses de Turquía y otras potencias capitalistas "occidentales", como Francia o Inglaterra) como a la Hermandad Musulmana (principal grupo islamista, subsidiario de monarquías reaccionarias como Qatar) y a grupos más extremistas como los yihadistas radicales de Frente al-Nusra (subsidiarios de Arabia Saudí, a través de la financiación por parte de agentes "privados" vinculados a la actividad económica y política del régimen absolutista de los Sa`ûd).
Otros plantean una segunda postura: separar de forma sistemática a los grupos islamistas reaccionarios del conjunto de la oposición y evaluar qué fuerzas son las que intervienen en este conflicto y qué intereses representan. Si es realmente el conjunto de la oposición, incluidas la mayoría de facciones del ELS, las que se enfrentan contra el YPG. O si, por el contrario, quienes atacan al YPG y otras milicias kurdas responden a intereses geoestratégicos por parte de Turquía, otras potencias capitalistas, o las potencias reaccionarias del golfo: si son grupos islamistas reaccionarios que nada tienen que ver con la revolución y con la lucha del pueblo sirio por la libertad, la democracia, y la igualdad en el plano social y económico.
La realidad es más compleja, a menudo, de como se plantea. Empezaré diciendo que los que están combatiendo a las milicias del YPG / PYD son el ISIL, Estado Islámico en el Iraq, los grupos islamistas vinculados a Alqaeda, los mismos que atacan también a activistas y grupos laicos del ELS o de la oposición civil. Eso por sí solo ya debería sernos indicativo del verdadero carácter de dicha lucha y de cuál debe ser la facción correcta que debemos apoyar. Pero no termina ahí. Hay más.
A su vez, un importante número de facciones pertenecientes al Ejército Libre Sirio, últimamente están apoyando a las milicias del PYD / YPG, o a otras milicias kurdas que no tienen nada que ver con el régimen. Éstas, en teoría mantienen el control por sí mismas sobre 9 provincias, desde la retirada del régimen de la zona, y a menudo mantienen enfrentamientos y cuando no, una especie de "guerra fría" con las fuerzas de Asad. A estas provincias son de población mayoritariamente kurda. Los islamistas a menudo han cometido abusos contra población civil kurda, siguiendo un esquema de guerra de limpieza étnica y de lucha sectaria. (Fuente: http://syriafreedomforever.wordpress.com/2013/07/22/syria-the-kurdish-question-the-islamists-and-the-fsa/ ).
Por otro lado estas milicias a menudo se dedican a defender a la población civil kurda, y en algunos casos también árabe (sobre todo en barrios de población mixta).
Probablemente sea la única fuerza con más o menos peso en el país que esté luchando por la consecución de un modelo de Estado democrático basado en la autogestión popular en todo el país, y no tan solo en las zonas liberadas kurdas.
Así, "mientras la oposición se ha mostrado incapaz, a pesar del apoyo exterior, de lograr una victoria sobre el régimen de Assad, los kurdos ideológicamente cercanos en su mayoría al líder del PKK Ocalan han puesto bajo su control un total de nueve ciudades en el norte de Siria." ("
Un éxito para el movimiento kurdo", www.enlucha.org ,
http://www.enlucha.org/site/?q=node/18673).A la luz de los hechos, resulta evidente que, sin haber dejado en un solo momento de mantener su enemistad o rivalidad con el régimen turco, que a menudo usa a los islamistas o al Consejo Militar Sirio, que es su títere, para lanzarlos contra la guerrilla kurda, no son precisamente más amigos del régimen de Siria. A ambos, la idea de un posible proceso de autonomía o incluso de autodeterminación y creación de un Estado kurdo, no ya tan sólo en el seno del territorio de cualquiera de ambos Estados sino en cualquier país vecino, les supone un grave problema, ya que cuestionaría la integridad territorial de ambos Estados burgueses que, a su vez, mantienen intereses económicos en la región, rica en petróleo.
Es cierto que en ocasiones los del PYD han llegado a pactos o a cierta connivencia con el régimen, razón que les ha granjeado cada vez más oposición por parte de sectores populares y de activistas pro-revolución en el kurdistán. Pero al mismo tiempo, estos pactos han sido siempre dentro del contexto de promesas por parte del régimen de reconocer la autonomía kurda al final del conflicto si aparcaban las hostilidades. Por otra parte al PYD no le interesa emular la escalada bélica de guerra civil contra el régimen que está destruyendo la mayor parte de Siria, aparcando y posponiendo la revolución, y que, probablemente, destruiría también sus propias ciudades y se saldaría con un coste humano importantísimo para la población civil.
Hay que decir, no obstante, que dichos acuerdos son algo coyuntural, puntual, más estratégico que de principios, y que en ningún caso significan que los del PYD sean pro-régimen, o sean parte del régimen.
Es más, de hecho, el PYD ha declarado en no pocas veces que tanto ellos como los kurdos son parte de la revolución popular siria, pero piden a cambio que el ELS tome en consideración las demandas del pueblo kurdo (derecho de autodeterminación, no guerra sectaria, no fundamentalistas islamistas); http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=CrW7qRe8-Ac; proclamas éstas, por otra parte, futiles, dado que el ELS que a día no es más que un títere de los intereses geopolíticos de Turquía, de EEUU y los imperialistas de la OTAN, y de Israel, y a menudo ni siquiera existe como tal, siendo más bien un caparazón o estructura vacía completamente entrampada con el integrismo wahhabita de Frente al-Nusra; a la vista está, muchas de las armas que EEUU dice dar al ELS acaban terminando en manos de la filial de Alqaeda, así como muchas de las unidades que dice entrenar terminan desertando en favor de al-Nusra; del mismo modo, cuando se da una negociación de tregua, es común que los milicianos que dicen actuar en nombre del ELS piden que se reconozca a Al-Nusra como grupo de pleno derecho de la oposición en la negociación, y amenazan con boicotear las negociaciones si así no ocurre, o piden que se incluya a dicho grupo integrista en la tregua. Aquellas facciones que todavía quedaban mínimamente alineadas con la causa progresista kurda de resistencia frente al wahhabismo takfirí armado de Dâ`esh, han terminado engrosando la coalición kurdo-árabe conocida como SDF, y dejando de existir como tales unidades del ELS, que es en la actualidad una correa de transmisión para las políticas intervencionistas de Turquía y EEUU.
El Consejo Nacional Sirio, de hecho, ha rechazado condenar en el pasado las acciones de Frente al-Nusra y otros grupos similares, e incluso los defendieron, a través de la voz de George Sabra, y su ideología sectaria y reaccionaria.
Pero el inicio de la campaña "el Kurdistán Occidental para sus niños", por parte del PYD, contra los ataques de los grupos islamistas contra las ciudades mayormente pobladas por kurdos, ha hecho empequeñecer las anteriores críticas u oposición al PYD, granjeándose el apoyo de otros grupos kurdos a esta campaña, toda vez que reiteraban la necesidad de que el PYD trabajase y colaborase con ellos. (Fuente: http://syriafreedomforever.wordpress.com/2013/07/22/syria-the-kurdish-question-the-islamists-and-the-fsa/ ).
Está claro, además, que Turquía lo que bajo ningún concepto quiere es una región autónoma o incluso un posible estado independiente kurdo en el norte de Siria que puera alentar a seguir el mismo ejemplo a los kurdos de siria e Iraq, conformando un estado kurdo unificado. Pero nosotros como demócratas ante todo debemos de defender el derecho de autodeterminación de los pueblos, siempre y cuando no sigan esquemas de nacional-etnicismo derechistas, o protofascistas, así como esquemas de limpieza étnica, o lucha sectaria. Es decir, autodeterminación pero siempre desde un enfoque pluriétnico y de izquierdas, respetando a las minorías, y tratando en la medida de lo posible de unir, no de dividir.
De hecho, cada vez hay más manifestaciones en las zonas liberadas de todo el país en contra de los reaccionarios islamistas del ISIL y su visión reaccionaria y retrógrada del islâm. Pero es precisamente en el Norte de Iraq, en las zonas dominadas por la guerrilla kurda donde hasta ahora no han tenido el menor éxito en implantarse, de ahí que dirijan con particular rabia y furia su gerra sectaria contra esa zona densamente poblada de kurdos, y también, por cierto, de arameos asirios.
Este tipo de acciones sumado a su autoritarismo han llevado a cada vez más comunidades a organizarse contra su presencia.
Estos hechos se aceleraron después del ataque el 16 de Julio de miembros de Frente al-Nusra contra mujeres combatientes kurdas que patrullaban en la ciudad de Ras al-`Ayn. La respuesta de las milicias kurdas del PYG fue rápida y contundente, pero dando lugar a duros combates que se saldaron con la muerte de 50 personas, pero eso sí, con la liberación de Ras al-`Ayn y Sere Kanya de las fuerzas islamistas (esta última localidad un punto de tránsito estratégico para Turquía; [que se tuvo que "joder"]).
Los pasados últimos días intensos combates ocurrieron en la ciudad de Tell Abyad, tb. una zona fronteriza importante entre Turquía y Siria, después de que grupos islamistas secuestrasen a centenares de civiles kurdos.
De momento, existe el Consejo Nacional Kurdo, que está formado por varias fuerzas políticas kurdas, no por una sola, y que se ha convertido en una forma de organización democrática, que tiene en cuenta los intereses de la población, se niega a que un solo partido administre el territorio sin tener en cuenta al resto de compañeros, y planea someter a consulta vía referéndum la creación de una zona autónoma kurda. Este consejo reitera la importancia de cooperación entre las diferentes fuerzas políticas kurdas.
Los revolucionarios debemos apoyar por tanto, el derecho de autodeterminación del pueblo kurdo, a la vez que reafirmar nuestro deseo de que el pueblo kurdo sea parte inseparable de la revolución popular siria, como lo ha sido desde un principio, contra el régimen de Bashâr al-Asad y contra las fuerzas reaccionarias islamistas, y por la construcción de un futuro democrático, socialista y secular en Siria.
También debemos condenar el comportamiento de los islamistas y otras fuerzas reaccionarias y sus intentos racistas y sectarios de dividir al pueblo sirio. Asimismo, el rechazo de ciertas facciones de la oposición, como el derechista Consejo Nacional Sirio, en reconocer el derecho de autodeterminación del pueblo kurdo, es inaceptable y no se diferencian en lo más mínimo de la política nacionalista centralista y exclusivista árabe de Bashâr al-Asad, que durante más de 40 años discriminaron, marginaron y trataron de asimilar imponiendo el árabe a las minorías lingüísticas como los kurdos o los arameos asirios en el norte de Siria.
La unidad y la independencia de las clases populares y trabajadoras sin distinciones étnicas o religiosas, y de otro tipo, en Siria y donde quiera, es el único camino para su liberación y emancipación.
Larga vida a la Resistencia de los pueblos libres de Siria.
(Fuente: Información extraída de http://syriafreedomforever.wordpress.com/2013/07/22/syria-the-kurdish-question-the-islamists-and-the-fsa/ ).
* ISIL: Estado Islámico en el Iraq, sección iraquí de Alqaeda.
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