José F. Durán Velasco
Una de las cosas más esperpénticas es cómo algunos estúpidos se han tragado el cuento del "islam revolucionario" o "islamismo antiimperialista". Cuando lo que realmente ha habido es una contrarrevolución islámica que ha sido la mayor catástrofe del mundo musulmán en los últimos tiempos.
La islamosis es una especie de meningitis psicológica, social y política que destruye las neuronas y provoca subnormalidad profunda, el afectado se convierte en un zombi que puede ser manipulado por cualquier genio de la CIA o del Mosad lo suficientemente hábil como para utilizarlo para sus
propósitos, aunque el islamista es como un perro rabioso que si el manipulador se descuida puede ser víctima de sus dentelladas. Conscientes de ello, aunque utilizar a esa jauría requiere mucha habilidad y precaución, los servicios secretos "occidentales" (sobre todo yankis, británicos e israelíes) no han dejado de perder jamás la oportunidad de utilizar a tan terrible jauría y de inocular la islamosis a tantos musulmanes como ha sido posible.
Las revoluciones afgana e iraní fueron liquidadas por la contrarrevolución "islámica" y desde allí y desde entonces la plaga comenzó a tener una virulencia como no la había tenido nunca antes.
En Marruecos, en los años sesenta y setenta había en las universidades muchos departamentos de filosofía, que fueron semillero de oposición marxista-leninista al régimen. Hasan II, consciente de ello, en los ochenta y los noventa sustituyó los departamentos de filosofía por "centros
islámicos"... el resultado es visible en el Marruecos actual de manera
devastadora.
Las loberas de los islamistas se encuentran en determinados países musulmanes regidos por fanáticos reaccionarios y también en países "occidentales" (sobre todo EE.UU. y G.B.) donde se ha dado asilo a los islamistas más rabiosos y peligrosos, que siempre han gozado de asilo
político y todas las facilidades para difundir la plaga.
EEUU siempre ha destacado por tener laboratorios ideológicos en los que los orientalistas al servicio del sistema ensayan con nuevas cepas islamistas y las combinan con engendros varios, que van probando.
Todo eso es compatible con tener enjaulados a islamistas en Guantánamo. Para los yankis los islamistas son animales de laboratorio y fieras que unas veces se azuzan y otras se les aplica "un correctivo", se experimenta con ellas, se las sacrifica (literalmente) si no son útiles o se vuelven
hostiles, las miasmas islamistas se conservan porque siempre son útiles.
La plaga islamista también sirve para demonizar a los pueblos del mundo musulmán. La islamofobia es una vacuna que no combate a los islamistas pero sí sirve para fomentar el racismo, el miedo y "la protección" mafiosa de los aparatos represivos de los estados, incluyendo los más sórdidos
servicios secretos, la cloacocracia como yo la llamo.
Funciona de maravilla. En Siria consigue que una parte de la población se ponga de parte de los islamistas y otra de los asadistas. La rebelión civil y civilizada, laica y democrática, ha pasado a segundo plano por la pinza de la contrarrevolución asadista e islamista. Asadistas e islamistas son
presentados como "salvadores" de Siria por sus respectivas cuadrillas de costaleros sirios y extranjeros... cuando son los que la están destruyendo.
La islamosis es el mejor argumento de las dictaduras, porque efectivamente una dictadura islamista es peor que una dictadura militar. Así que un tirano no tiene mejor argumento que tener contra él a una jauría islamista ladrando.
Las cepas islamistas oscilan entre el PP-islámico y los alqaedos. Y no se sabe cuáles son más peligrosos, aunque muchos opinan que el cuento del "islamismo moderado" es más peligroso porque es más engañoso, mientras que los energúmenos alqaedos no mienten.
Gracias a los islamistas, EEUU se puede decir que ha vencido en Iraq. Ya no hay resistencia contra la ocupación. Oficialmente ya no hay ocupación, porque oficialmente las inmensas bases militares de EEUU no se consideran "ocupación" y el condominio yanki-iraní sobre el país no se cuenta. El
descontento armado no ataca a los invasores (que están concentrados cómodamente en sus bases militares que no sufren muchos ataques) sino que se desvía en matanzas sectarias entre iraquíes. Ya no hay resistencia armada contra la ocupación, sólo terrorismo sectario islamista.
En Afganistán el pescado se vende entre talibanes antiyankis e islamistas colaboracionistas. Unos y otros son un horror. Los yankis buscan un arreglo con los talibanes "buenos". Afganistán es una ruina absoluta y ha retrocedido cien años en el tiempo. Todo gracias a los islamistas.
La izquierda iraní no existe. Los islamistas la destruyeron enteramente. Lo que hay es unos demagogos islamistas que dan subvenciones a las clases bajas pauperizadas y unos neoliberales puros que quieren quitarlas y dar gustillo en costumbres a la burguesía pija "occidentalizada". A eso se reduce el conflicto interno de la clase política iraní entre "liberales" y "extremistas".
Gracias a los islamistas, la mayoría de los egipcios han aceptado una dictadura militar que ha parado (de momento) el proceso democrático que los islamistas no sólo amenazaban con parar sino con involucionar hacia un faraonato neoliberal fanático religioso.
Pakistán es lo que es. No merece la pena ni describirlo. Lo mismo digo de las monarquías árabes, ninguna de ellas amenazadas... gracias a los islamistas.
La cosa está tan dominada en Indonesia (gracias a los islamistas y su matanza de comunistas en 1965) que ahora hasta se puede hacer alguna película sobre esa matanza. Los comunistas ya no pintan nada, así que se puede hablar del tema, es cosa del pasado, no hay peligro.
Mírese donde se mire, la contrarrevolución islámica va viento en popa a toda vela y ha conseguido sus objetivos. El último ha sido cargarse "las primaveras árabes" y convertirlas en glaciaciones islamistas o represiones militares más (Siria) o menos (Egipto) atroces.
Menudo panorama...
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