Ana Mulet, Madrid
Hay multitud de estudios, películas, obras literarias, etc., sobre el fascismo, pero aun así aún no hemos comprendido la complejidad del problema y la enorme importancia de combatirlo. De todos los trabajos producidos sobre el tema, no hemos sabido sacar las enseñanzas, ni la sabiduría que nos lleve a reconocerlos antes de que lleguen al poder, no hemos sabido prestar la atención que merecen ni las causas históricas que llevaron a su aparición y su evolución hasta llegar al actual gobierno del PP, a caballo entre la derecha conservadora neo-cons y la herencia ideológica del franquismo, con numerosos sectores de extrema derecha, fascistas, militando en sus filas.
A pesar de toda la información existente sobre el fascismo, en general no sabemos distinguir con claridad un partido fascistoide de uno capitalista o neoliberal. El fascismo como un partido político en el poder, se diferencia claramente de los grupos neofascistas que crean el caos y la violencia en las calles, con el uso de actitudes extremadamente violentas, incluso asesinas de carácter racista, homofobicas, etc... pero no nos engañemos, los seguidores y los mismos políticos fascistas, son mas peligrosos que los grupos de exaltados callejeros, y son los más crueles fríos y calculadores dentro del régimen fascista, ya que lo primero que hacen al alcanzar el poder, es controlar los medios de comunicación, la policía, y todo aquello susceptible de ser utilizado para la represión y el dominio de toda la comunidad. Por lo tanto no solo el fascismo se halla en los grupos de exaltados neonazis, sino que está presente en partidos actualmente gobernantes como el PP, con el que colaboran los entes financieros, ya que se benefician mutuamente, las grandes empresas, por las mismas razones, los medios de comunicación etc... todos ellos son clientes de dichos partidos, pues con su colaboración consiguen pingües beneficios económicos.
Un gobierno con elementos fascistas en su seno, no acepta el dialogo, ni la colaboración con otros partidos, grupos sociales o sindicales, a los que intentara hasta conseguirlo eliminar.
Acabar con el fascismo no es posible si no se acaba con el capitalismo, pues están profundamente unidos. No conocemos otro sistema de gobierno mas cruel y represivo que el fascismo y se vale del capitalismo para llegar al poder y mantenerse en él. Cualquier intento de acabar con el capitalismo o de ataque al régimen fascista sera reprimido con una fuerza desmedida, violando los derechos y libertades personales, a la vez que los trabajadores pierden su representación sindical y se ven indefensos ante la patronal que ya puede actuar unicamente en su propio beneficio, ya que nadie defenderá los intereses de sus empleados.
Se irán recrudeciendo los ataques y aplastará paulatinamente a todos los partidos y movimientos sociales, contrarios a su ideología, hasta conseguir implantar sus ideas y su partido como régimen único autoritario. Destruyendo la democracia y a todos los demás partidos políticos que se le enfrenten. Los que consigan seguir en la política activa, será unicamente bajo el férreo control del régimen fascista y como simples títeres de esté, unicamente para aparentar cierto grado de falsa democracia.
Siempre alcanzan el poder mediante el uso del populismo y la demagogia, en discursos cargados de términos grandielocuentes que exaltan aquellas virtudes que puedan llevar a la población a descargar todas las culpas de lo malo que sucede en el país, hacia elementos odiados en su ideología, incluso impostando unas falsas ideas rayanas con la izquierda, intentando emular a los socialistas para conectar directamente con quienes más están sufriendo la crisis, generalmente los mas necesitados, desesperados y que estén soportando la mayor pobreza, con el único fin de conseguir sus votos.
Una sociedad en decadencia, es el mejor caldo de cultivo del fascismo y siempre alcanzan el mayor auge y la victoria final, cuando el país esta atravesando una etapa de crisis en lo económico y social, tal y como ha sucedido con el PP y la crisis que estamos atravesando actualmente.
Los fascistas son unos auténticos oportunistas, que durante años han estado sembrando su veneno y alimentando con dinero sucio, a los que ocupen puestos de interés estratégico y que con su influencia les ayudaran llegado el momento de mayor crisis, a alcanzar su objetivo, como ya dije anteriormente.
Su españolismo tipo Wert, el catolicismo exarcerbado y la exaltación de la unidad nacional, les hace fácilmente reconocibles antes de alcanzar el poder, a parte de que se jactarán de que poseen la única solución viable, para acabar con todos nuestros problemas, siendo todo lo contrario de lo que harán cuando alcancen el poder.
Las mentiras les hacen crecer y multiplicarse y todos los sobornados con anterioridad serán el medio que les dará el impulso final.
Por otro lado no carece de lógica que las grandes empresas y el poder financiero, vean en ellos un modo de protegerse de los movimientos y partidos de izquierda que pueden amenazar sus intereses económicos, capitalistas e imperialistas y ven en los partidos tipo PP, la solución para no perder sus privilegios y no peligre el actual sistema. Es decir todos ellos son cómplices de la llegada al poder de partidos con elementos fascistas en su seno, como el PP, debido por un lado a su clientelismo y por otro, al miedo ante las posibles agresiones a sus patrimonios, por parte de la izquierda y por lo tanto vean como a sus salvadores a este tipo de partidos, y estos partidos a su vez que poseen un marcado sentimiento de clase, se unen a los defensores de la propiedad privada, los banqueros, empresarios, burgueses y todos aquellos que puedan suponer cierta ayuda contra la amenaza a su ideología o a su clase.
Hay que tener muy claro que consiguen el poder mediante el engaño y se afianzan mediante la corrupción y la represión violenta a todos sus opositores.
Lo único que puede ayudarnos y ser realmente eficaz para acabar con ellos, ya que no cuentan con el apoyo real de la mayoría de la clase trabajadora, que por otro lado es la más numerosa, la cual, al percatarse del engaño del que han sido objeto, y no sentir como suya la ideología fascista ni la clase social a la que pertenecen los fascistas del partido, no dudarán en dejar de lado al partido que engañados votaron. No hay otra solución lógica que aprovechar la ventaja que nos da la mayoría numérica y mediante huelgas indefinidas y votando todos unidos a la izquierda con más probabilidades de alcanzar la victoria, conseguir su caída en las siguientes elecciones generales.
Porque son una auténtica amenaza a los intereses de toda la clase trabajadora, a los partidos con elementos fascistoides, como el PP, hay que aprender a identificarlos con antelación de cara a próximas elecciones y debemos neutralizarlos con inteligencia y sentido común, para que no vuelvan a causarnos tanto dolor, muertes, miseria y retroceso en todos los derechos sociales y laborales, que tanto costaron conseguir, y que están destruyendo completamente el PP, desde que alcanzó el poder.
2 comentarios:
No hace falta darle muchas vueltas, ¿quien les vota y por que?, gente que prefiere limpiarse el culo con los periódicos en lugar de leerlos y si los lee, poco criterio demuestra tener, además, la mayoría de periódicos y empresas de comunicación pertenecen a esta escoria fascista, cosa que complica algo, pero si tienes estudios, con EGB creo que ya valdría, puedes seleccionar lo que mas puede ir con tus intereses, pero por lo visto hay muchos, demasiados Homer Simpson.
Pues lo cierto es que el PP ganó y obtuvo mayoría absoluta en las elecciones con menos votos que el PSOE cuando ganó Zapatero en 2008.
Paradójico, ¿no?
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