Muere Margaret Thatcher a los 87 años tras sufrir un derrame cerebral

Ana Mulet, Madrid

Fotografía de una manifestación durante la campaña contra
el impopular impuesto Poll Tax, decretado por la
reaccionaria Margaret Thatcher, que se cebó con las clases
bajas, y en la que tuvo un papel destacado la izquierda
radical, en aquel momento abanderada por la tendencia Militant.

La ex primera ministra británica, Margaret Thatcher, ha fallecido a los 87 años de un derrame cerebral, según ha informado su portavoz, Lord Bell y ha hecho público la BBC.

Margaret Thatcher fue la primera ministra del Reino Unido desde 1979 a 1990, siendo la persona en ese cargo por mayor tiempo durante el siglo XX y la única mujer que ha ocupado este puesto en su país.

Thatcher llegó al poder en 1979 e inició una política económica neoliberal que la enfrentó con los entonces poderosos sindicatos británicos, a los que derrotó, especialmente durante las huelgas mineras de la primera mitad de los 80.

En 1982 la victoria en la Guerra de las Malvinas contra Argentina le valió la reelección.

Fue apodada La Dama de Hierro por su firme oposición a la Unión Soviética, implementó una serie de políticas conservadoras que llegaron a ser conocidas como thatcherismo.

Thatcherismo se asocia con la economía de la oferta, los economistas de la oferta argumentan que el gobierno debería intervenir sólo para crear un mercado libre, mediante la reducción de impuestos a los ricos, privatización de industrias estatales y el aumento de las restricciones sobre el sindicalismo.

La reducción del poder de los sindicatos se hizo poco a poco, a diferencia del enfoque del Gobierno de Heath, y la mayor confrontación con los sindicatos fue la huelga de 1984 a 1985, en el que los sindicatos finalmente tuvieron que ceder.

Thatcher se opuso también a los derechos de gays y presentó la sección 28, que prohibía a las escuelas, bibliotecas y otros organismos públicos promocionar la homosexualidad. En una Conferencia de 1987, dijo que "... los niños se les enseña que tienen un derecho irrenunciable de ser gay" en un tono de incredulidad.

En mayo de 1988 Thatcher dio un discurso ante la Asamblea General de la Iglesia de Escocia y justificó de manera teológica sus ideales sobre el capitalismo y la economía de mercado. En la que afirmó que "el cristianismo es la redención espiritual, no la reforma social"; citó a San Pablo: “Si uno no quiere trabajar que tampoco coma”. Tenía unas ideas claramente victorianas sobre la moralidad y las costumbres, más propias del siglo XIX que del XX.

Hacia el final de la década de 1980, Margaret Thatcher estaba lejos de ser coherente con el tema de la UE: sólo se hace de veras euroescéptica en los últimos años de su tiempo como primer ministro. Thatcher apoyó la entrada de Gran Bretaña en la UE en 1973, hizo campaña por un voto afirmativo en el referéndum de 1975 y firmó el Acta única Europea en 1986.

Thatcher centralizó una gran cantidad de poder para ella misma, como Primera Ministra, a menudo pasando por alto las estructuras tradicionales del gabinete (como los comités de gabinete). Este enfoque personalista se identificó con dureza por ejemplo en la guerra de las Malvinas, la bomba del IRA, en la conferencia de los conservadores y en la huelga de los mineros.

Se puede afirmar que sus éxitos se han obtenido a costa de grandes costos sociales en la población británica. La industria cayó drásticamente durante el gobierno de Margaret Thatcher, aumentó del desempleo que se triplicó en 1984 . Cuando ella renunció en 1990, el 28% de los niños en Gran Bretaña se consideraban por debajo de la línea de pobreza, cifra que siguió aumentando hasta alcanzar un máximo del 30% en 1994 durante el gobierno conservador de John Major, quien sucedió a Thatcher.

Mientras que promulgaba que todo ello reactivaría la economía británica, Margaret Thatcher estimuló una duplicación en la tasa de pobreza. Tasa de pobreza en la infancia en Gran Bretaña que en 1997 fue la más alta de Europa.

Durante su gobierno en Gran Bretaña el coeficiente de Gini que reflejo esta desigualdad creciente, pasando de 0,25 en 1979 a 0,34 en 1990.

También promovió un durísimo bloqueo económico sobre la ciudad de Liverpool, a mediados de los 80, cuando su alcaldía recayó, por espacio de 4 años, en manos de la candidatura liderada por la tendencia de izquierda radical Militant, que tomó la dirección local del Partido Laborista británico, dedicándose a desarrollar una serie de políticas redistributivas muy próximas al socialismo, lo que les valió la posterior expulsión de varios de sus dirigentes por parte de la dirección laborista británica.

Todo ello favoreció el descontento social. A finales de los 80, una campaña de movilizaciones, promovida por la tendencia radical Militant, en contra del impopular impuesto Poll Tax, que se cebaba con las clases populares, precipitó la caída del gobierno neo-conservador, en el año 90.