martes, 30 de abril de 2013

1 de Mayo. Frente al drama del paro: cambio total de la política económica y derogación de la reforma laboral


Reparto del trabajo: menos horas, igual salario, empleo para todos. Frente a las privatizaciones no rotundo, porque abren la veda a la reducción drástica de plantilla, al empeoramiento del convenio, a deslocalizaciones o cierres: nacionalización de la banca y los sectores estratégicos bajo control ciudadano. No más recortes en los servicios públicos y aumento de la protección social frente a la crisis. Y en política: reclamemos una autentica democracia participativa, basada en la expropiación y democratización de los medios de prensa, abolición de la financiación bancaria a los partidos, eliminación de leyes electorales injustas, elección por listas abiertas a nivel de distrito, salario igual de representantes al de un obrero y creación de asambleas distritales con mandato vinculante sobre diputados y posibilidad de revocación inmediata por la base de electores.
Estas son solo algunas de las medidas que, de aplicarse, invertirían el rumbo actual de la economía permitiéndonos salir de la crisis de desempleo. No es concebible salir de dicha crisis con una reforma laboral que abarata el despido individual y abre la veda al colectivo o a la devaluación del convenio. No es concebible salir mientras los rumbos del país son dirigidos por un gobierno títere de los tecnócratas del FMI y de la banca, un “sabueso” del FMI, un lacayo de la banca, que legisla para los intereses de las clases altas y en contra de los del pueblo, destruyendo conquistas sociales de décadas, bienestar y derechos.

Dicha política no cambiará, a menos que el pueblo entero se declare en pie de huelga, en cada centro de trabajo, cada ciudad, cada barrio. Para ello necesitamos sindicatos democráticos y combativos, sin privilegios por parte de los funcionarios que los regentan, sin ningún vínculo con el poder estatal vía subvenciones, porque quien paga manda. No puede ser que con 6 millones de parados estemos limitando nuestra lucha a unas pocas manifestaciones rituales y un único día de huelga, tarde y mal convocada (cuando los decretos y reformas ya están aprobados) una vez cada año o dos años. Eso es un ultraje y los jefecillos sindicales amarillistas que consienten dicha política, la justifican y toleran son cómplices, auténticos quintacolumnistas al servicio de la burguesía, infiltrados en los sindicatos mayoritarios para desactivarlos y “disciplinar” a los obreros en el respeto a la legalidad burguesa, una legalidad burguesa que roba nuestro futuro y destruye nuestra calidad de vida, condenando al paro, la precariedad, la miseria o el exilio a nuestros hijos, a nuestras familias. Un sindicato es una herramienta de lucha, y necesitamos verdaderas herramientas de lucha si queremos movilizar y organizar a dicho pueblo y ser capaces de llevar a cabo la batalla contra un gobierno psicópata mandado por el FMI y la banca que no está dispuesto a dar marcha atrás en sus recortes.

UNIÓN POR EL REPARTO DEL TRABAJO http://repartodeltrabajo.blogspot.com.es

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