miércoles, 13 de marzo de 2013

Una latinoamérica sumisa y los mass media

Milos G., Alcalá de Guadaíra (Sevilla)

Europa y Estados Unidos quieren relacionarse con una latinoamérica sumisa, dependiente y semi-colonial. Quieren seguir controlando, allí donde lo hacen, la minería, el petróleo, el gas, las telecomunicaciones...

La práctica totalidad de la prensa en papel en España es de derechas, el sesgado abanico abarca desde "El País", que vende el ideario económico liberal-conservador con tintes sociales, a la extrema derecha (la gaceta, la razón), pasando por las derechas que cada vez más se mueven a este extremo (ABC, el mundo). En el ámbito de los periódicos regionales nos encontramos con una situación similar. Lo cierto es que quienes quieran encontrar prensa en papel medianamente de izquierdas lo van a tener muy difícil. Toda la prensa crítica, alternativa, basada en la defensa de intereses distintos a las de los poderes económicos se encuentra casi en exclusiva en Internet o en ediciones quincenales o mensuales que se editan de forma muy limitada. La defensa de los intereses de las clases explotadas, auto-explotadas, desempleadas, jubiladas y desfavorecidas carecen de elementales mecanismos de lucha y concienciación tan importantes como son la prensa en papel o la televisión (exceptuando pequeñas televisiones vecinales y comunales).

Está claro que a la burguesía y a sus voceros que detentan los mass media no les gusta callarse, aunque sí acallar otras voces. Los grandes entramados societarios capitalistas que controlan la información están acostumbrados a dar una particular visión del mundo sin que haya versiones alternativas sobre problemas candentes de nuestro tiempo. Ya Chomsky nos recuerda cómo durante la primera guerra mundial se creó la Comisión Creel bajo el gobierno de W. Wilson en USA, y que cambió la opinión pública desde una posición claramente contraria a entrar en el conflicto bélico hacia una posición favorable. El ejemplo más actual quizás sea el del sistema sanitario público que Obama comenzó a impulsar con un notable apoyo ciudadano y que, tras continuas campañas de des-información y manipulación, están consiguiendo una población mayoritariamente en contra de la reforma sanitaria.
Sin embargo, estas mismas macro-corporaciones de la información se alertan y elevan su voz hasta la extenuación cuando ven peligrar siquiera mínimamente el monopolio que ejercen sobre la información y la opinión pública. Este hecho está en la base de que los actuales gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador o Argentina estén siendo atacados por la prensa internacional por su supuesta falta de libertad de información. Parafraseando a Lenin nos tendríamos que preguntar: "libertad de información... ¿para quién?". Parece obvio que los medios no son neutrales, la práctica totalidad de ellos tienen unos patrones y sirven a unos intereses. La actual arquitectura de los mass media imposibilita que los intereses de los colectivos que forman la mayoría trabajadora de los países puedan defenderse y promocionarse. El sistema basado en corporaciones mercantiles con un accionariado formado por grandes empresarios o grandes capitales configura una red de medios de amplia difusión totalmente ajena al sentir de la mayoría de la población que no tiene opción de influir sobre todo este entramado. Cualquier alternativa en la configuración de la arquitectura de los mass media, por ejemplo, hacia formas de gestión públicas, comunales, co-participativas, o autogestionarias se encontrará siempre con el rechazo de los que están acostumbrados a monopolizar la información y la opinión.
A Chávez se le llamó anti-demócrata por no renovar la licencia de emisión a la cadena golpista RCTV. Esta cadena, que en cualquier país europeo o en USA no hubiese durado abierta muchos días después de un golpe de Estado como el que sufrió Chávez en el año 2002, sigue funcionando y emitiendo por satélite y online, pues no fue cerrada como TV, sino como emisión analógica. Paralelamente a esto, se están potenciado medios de información moleculares más cercanos a la gente, y que siguen modelos de gestión más participativos y democráticos.

La prensa europea llama  antidemocrático en Venezuela, o Bolivia o Ecuador a hechos que aquí son absolutamente normales. En su momento "El País" no dudaba en llamar dictador a Chávez por refrendar un cambio constitucional que permitiese la reelección indefinida a la presidencia, algo que existe en casi toda Europa, empezando por España, y que Felipe González, gran aliado de los dirigentes de "El País" cuando gobernó, Polanco y Cebrián,  no dudó en utilizar. Por aquel entonces parece ser que buscar la reelección indefinida no era cosa de dictadores, claro, porque lo hacía alguien que "caía en gracia" a los grandes medios. Así, Felipe González gobernó 14 años, y lo hubiese hecho hasta 18 años si no fuese porque perdió sus últimas elecciones contra Aznar en el año 1996. Del mismo modo, Chávez ha gobernado también casi 14 años, pero a diferencia de Felipe González, éste hubiese continuado gobernando al menos 6 años más porque así resultó en las elecciones. Elecciones por cierto, las de Venezuela o las de Ecuador, que superan en calidad a las de Europa si tenemos en cuenta aspectos como la participación (supera el 80%) o la legitimidad de las mayorías absolutas (En Venezuela el PSUV tiene mayoría con el 54% de los votos, es decir, más de la mitad, al igual que Rafael Correa en Ecuador, y aquí el PP con tan solo el 44%, algo incomprensible).
Hace unas semanas "El País" tuvo que retirar un número y reeditarlo a marchas forzadas por haber puesto en portada una falsa imagen de Chávez agonizando. Lo cierto es que esto es más habitual de lo que pensamos, sólo que normalmente no se corrigen estos "errores". El País, y la prensa pretendidamente progresista, amén de la claramente reaccionaria, publica toda la información que pueda desprestigiar a los gobiernos de izquierda de Latinoamérica sin comprobar ni contrastar los datos y los hechos. El 11 de marzo, ABC publicó en su Web, en portada, un artículo desvelando la verdadera situación de la sanidad en Cuba (que pintaba como catastrófica). ABC daba crédito a algún testimonio que narraba que los cubanos tienen que llevar bombillas cuando están hospitalizados. Si aquí en España, una actriz dice algo similar en TV sobre la sanidad pública española, hasta los periodistas más progresistas admitirían una clara exageración, pero de Cuba todo lo que viene se acepta (y todo lo que viene es muy malo). Por supuesto, el articulo no decía nada de que Cuba tiene una esperanza de vida y una mortalidad infantil (dos de los indicadores más importantes de los resultados de una sanidad pública) comparables con los estándares europeos, y sensiblemente mejores que los de Latinoamérica. Es difícil pensar que se pueda conseguir esto con un sistema de salud subdesarrollado, o con graves carencias.
Otra cosa que creo bastante clara es que la prensa y los partidos políticos que en nuestro país dicen defender los servicios públicos o los intereses de los que menos tienen (como el PSOE), parecen hacer todo lo contrario cuando pasan las fronteras. Aunque aquí dicen defender la sanidad y la educación pública, que son posibles gracias a una recaudación sobre el PIB del 35%, en países como Ecuador desprestigian sus respectivos gobiernos, que en este caso ha conseguido subir la recaudación del 11% al 19%, lo que le está posibilitando comenzar a diseñar lo que puede ser un futuro sistema de servicios de bienestar similar al europeo. Sin embargo, se sigue apoyando a aquellos regímenes como el colombiano o el peruano, que pese a no presentar las mejores cifras en descenso de pobreza o de desigualdad o de servicios públicos, son admirados por sus aumentos de la producción. Eso sí, no se dice nada del "milagro" del crecimiento peruano, basado en la explotación minera. En este caso se dice que el milagro es que es fruto del ultra-capitalismo que, a diferencia de los países "bolivarianos", aplican. Cuando el crecimiento del PIB ocurre en países del "eje bolivariano", sin embargo, se apela a las mayores exportaciones y dependencia hacia el petróleo. Esto choca con informaciones que hablan de la creciente red de fábricas y empresas productivas "socialistas", así como de tierras cultivadas, que están naciendo en Venezuela, muchas de ellas con la participación de numerosos países aliados. Como ejemplos valga mencionar: la Fábrica Nacional de Bicicletas (Fanabi), empresa conjunta Irán-Venezuela, está a 50 por ciento de capacidad instalada y producirá en su primer año 100 mil ejemplares. La Fábrica ensambladora de camiones  MazVen C.A., con la ayuda de Bielorrusia. En 5 años espera producir lo suficiente para cubrir toda la demanda nacional de camiones. La Fábrica ensambladora Venezolana de Telecomunicaciones (Vtelca), produjo unos 600 mil móviles durante su primer año de operaciones. Todas estas empresas son públicas, al igual que numerosas empresas de gestión social que van desde factorías lácteas, agroalimentarias, de producción textil, o de bebidas, entre otras.
Países como España, sus gobiernos burgueses, siguen empeñados, al igual que USA, en relacionarse con una Latinoamérica sumisa, dependiente, semi-colonial. Europa y USA quiere seguir controlando allí donde lo controla, la minería, el petróleo, el gas, las telecomunicaciones... y la cruzada contra políticas que atentes hacia estos intereses no tendrá cuartel para sus burguesías, que tradicionalmente han encontrado como aliadas a las burguesías bananeras de los países periféricos (bananeras por venderse a los intereses de las bananeras, hoy en día de cualquier trasnacional). No es de extrañar, por ello, que los ataques vayan dirigidos precisamente (y por orden) a los países que más empresas estratégicas nacionalizan (muchas de ellas españolas). Comenzando por Venezuela, y siguiendo por Bolivia, que en el 2006  pasó de ingresar 350 millones por los hidrocarburos, a unos 2000 millones de dólares (la diferencia entre ambas cantidades antes se la quedaba Repsol y otras empresas). Con este dinero, fruto de la nacionalización, se tomaron diversas medidas sociales como la instauración y la mejora de la pensiones de los más pobres. Un ejemplo entre cientos.
Una prueba clara y fehaciente de la defensa a ultranza de los intereses del gran capital español por encima de cualquier otra cosa lo encontramos en las declaraciones de Elena Valenciano, quien hablando en nombre del PSOE;  aseguró "censurar la decisión del gobierno de Evo Morales (de nacionalizar una empresa energética estratégica) y anunciar que respaldarían las acciones que pusiesen en marcha el gobierno de Mariano Rajoy". Así, el PSOE reclamó "un plan de defensa de las empresas españolas en América Latina". Este plan pone el interés de las trasnacionales españolas por encima de los de las clases trabajadoras bolivianas que se estaban viendo beneficiadas con las nacionalizaciones de las empresas más rentables y estratégicas para el Estado, que promueven una mejor redistribución de la riqueza del país, y que están mejorando la calidad de vida de millones de latinoamericanos.

http://www.cadenaser.com/espana/articulo/psoe-reclama-plan-defensa-empresas-espanolas-america-latina/csrcsrpor/20120502csrcsrnac_9/Tes
Aquí nos encontramos el quid de toda la cuestión referente a la prensa, a las campañas de desprestigios basadas en medias mentiras, a los ataques, a los apoyos en procesos de rompimiento de gobiernos electos (Honduras, Venezuela, Paraguay), el apoyo a gobiernos alineados con los intereses de los países, y la consiguiente manipulación en el ideario de los ciudadanos de los países del centro para legitimar todo; el control sobre las riquezas de Latinoamérica.

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