domingo, 24 de marzo de 2013

El funcionamiento de los grandes sindicatos UGT y CC OO

Ana Mulet, Madrid


Antes de que lean los estatutos que adjunto al final, les dejo un resumen de los movimientos críticos surgidos durante los últimos años en UGT y CC.OO.


Los críticos de la UGT

Hay un creciente número de afiliados en las bases de UGT que están en desacuerdo con la política que sigue su sindicato desde hace ya varios años, o décadas; éstos exigen un giro hacia la izquierda y volver a la pluralidad, la participación y la democracia interna dentro del sindicato, lo que significa: impulsar un giro a la izquierda en la organización. Extender en la organización la posibilidad de opinar sobre los temas de referencia en el sindicato. Consolidarse en la organización, consiguiendo representatividad y participación en todos los órganos del sindicato bien sean confederales, federales, territoriales o sectoriales. Aumentar la democracia interna y la participación de los afiliados en las decisiones del sindicato.

Críticos en CC OO.

En este sindicato existe un movimiento mucho mas activo que en la UGT, aunque tampoco han conseguido medrar ni hacer valer sus reivindicaciones.

El sector crítico en CC.OO. Empezó a darse a conocer después de la huelga general del 27-Enero-94. Cuando todos los sectores de la izquierda real estaban por un mantenimiento de la presión sobre el gobierno del PSOE, pero la dirección de CC.OO. y UGT apuestan porque las posiciones se defiendan convenio a convenio empezaban en serio a tomar forma su actitud reformista de dialogar para al final no llegar a nada o solo conseguir unas pocas migajas.

Lo que en la práctica significó la desmovilización casi absoluta. Un año después la Plataforma Cívica convocó un acto en la Puerta del Sol, recordando que los motivos que hicieron posible la huelga del 94 (contratos basura) seguían vigentes y siguen. Las direcciones sindicales de CC.OO. y UGT se opusieron, hablando de injerencias en el mundo laboral.

Ante las críticas a la dirección sindical que les vienen de IU, el Secretario General de CC.OO. contesta descalificando y hablando de injerencias e "independencia sindical". La pinza: medios de comunicación, PSOE y direcciones sindicales se ceban sobre el Coordinador General de IU. Al final todo queda en nada y la plataforma civica no consigue sus objetivos.

El 6º congreso confederal de CC.OO. en el 96, se cierra con el triunfo de las posiciones conservadoras que representa Antonio Gutiérrez y que venían detectándose desde el 94. Con el 65% del sector oficialista se quita la careta, un sindicalismo que ha decidido... la negociación por la negociación en detrimento de la negociación-reivindicación. Poco a poco se van perdiendo las posiciones de izquierda dando preferencia a las ideas conservadoras.

El aparato se centraliza, las secciones pierden participación y las ejecutivas que en principio son proporcionales, de hecho se convierten en mayoritarias. De tal forma que nadie que no sea afín a la dirección obtiene responsabilidad; e incluso, a veces, cuesta acceder a los documentos. Aumenta la burocracia interna.

Después del triunfo electoral del PP en el 96, está claro el giro sindical de CC.OO. en favor de la socialdemocracia (traducida en el reformismo sin reformas), que ha impulsando a la liquidación de los derechos laborales. A su vez se produce el intento de aniquilamiento del único grupo al que se le puede llamar de izquierda con representación parlamentaria, IU.

En este ambiente, se va conformando dentro de CC.OO. un sector crítico muy ligado a las posiciones mayoritarias de IU y opuestos a los grandes acuerdos de los últimos años: Acuerdo sobre pensiones-96, reforma laboral-97 y Estatuto de la Función Pública. En todos los casos la democracia interna ha brillado por su ausencia y, en los dos últimos acuerdos, ni siquiera se han atrevido a explicarlos en asambleas a delegados y afiliados. Comienza la era del oscurantismo en CC.OO.

Hasta aquí una exposición concreta de los hechos. La pregunta sería: ¿se puede cambiar la correlación de fuerzas en CC.OO.? ¿Hace el sector crítico lo suficiente para que eso sea posible? Uno de los primeros errores que cometen los críticos es lanzarse a la creación de una fundación (FID) que en teoría debía servir como foro de debate y articulación de oposición a la línea conservadora de las direcciones sindicales mayoritarias.

Se dejó caer la Plataforma Cívica y la fundación, excepto su puesta en escena en diciembre del 96, poco más ha hecho. No se termina de saber por qué, pero la fundación no tiene la dinámica que muchos esperaban y, por otro lado, la Plataforma Cívica podría haber jugado el papel de punto de encuentro entre las fuerzas opositoras al mundo conservador representado por los que pactaron y votaron en el parlamento la última reforma laboral: CC.OO., UGT, PP, PSOE y nacionalismos conservadores (CiU y PNV) ó ultraconservadores (UPyD).

En vista de que el sector crítico va a menos por abandonos, deserciones, expulsiones, pérdidas de horas sindicales, ausencia de debate interno, escasa participación, democracia restringida y un sinfín de manejos que el aparato posibilita al poder, se abrió un debate de críticos en la administración pública (no sé si también en el resto de ramas) sobre la estrategia a seguir.

Se decantaron tres posiciones:

1ª)- Seguir en CC.OO. haciendo una leal oposición dentro de los estatutos.

2ª)- Seguir en CC.OO. haciendo públicas las posiciones a riesgo de bordear los estatutos.

3ª)- Salirse de CC.OO. e ir a la constitución de una nueva organización sindical. Esta última posición partía del siguiente análisis: Con el actual estado de cosas es imposible cambiar la correlación de fuerzas: ausencia de debate y participación interna e incapacidad de dar a conocer críticas y alternativas.

Apostar por la ruptura y creación de un nuevo sindicato tenia un riesgo, pero conllevaba la esperanza del triunfo. Con el abandono de golpe de un 30% del sindicato, e incluso federaciones mayoritarias, el actual mapa sindical saltaría en pedazos. Dejaría a esté en minoría con respecto a UGT, lo que modificaría la representación sindical y las subvenciones. Opino que si hubieran hecho esto como quería una buena parte de los afiliados a este sindicato hubieran conseguido dar un nuevo dinamismo a todo el campo de la izquierda.

Por otro lado, dado que el sector no tiene una organización estable y representativa por la que los participantes se obliguen moralmente a aceptar votaciones, cada cual, además de defender sus posiciones hace lo que cree conveniente (no son vinculantes), por lo que se constata un creciente enfrentamiento personal entre miembros del sector y una continua desorganización.

Con este inmovilismo, resignación y apatía es imposible que algo cambie, si no actuamos de alguna manera.

Dossier
Estatutos y Reglamentos Sindicales de CCOO (VIII Congreso).

Estatutos Confederales de UGT (XL Congreso).




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