Sobre el derecho a decir "No"

Ana Mulet, Madrid

Decir no, nos permite establecer límites al sistema capitalista, representado por el Gobierno del Ejecutivo neoliberal encabezado por el sr. Rajoy, que gobierna este país y cada uno de los aspectos de nuestra vida, aprendamos ya a marcar las distancias entre nosotros, nuestra libertad como personas y lo que nos están haciendo tragar a la fuerza. 

No podemos ser rehenes de lo que una parte, aunque sea una amplia parte de la ciudadanía voto, a oscuras y bajo engaños ya demostrados en las últimas elecciones generales. Que si fueron algo a destacar dentro de los anales de nuestra mas oscura historia, lo fueron por ser un gran timo.

Tenemos que ajustar nuestras voluntades y el derecho a decir no de toda la masa obrera, a las injusticias sociales y al robo de todos nuestros derechos, que habían sido con anterioridad garantizados por la Constitución. El Gobierno de Rajoy no respeta nuestras necesidades. Nos mingunea y en demasiadas ocasiones por no decir todas, tergiversa los datos oficiales y hasta dudan y critican lo que dicen o sentencian jueces o fiscales que osan pensar distinto a ellos.

Cuando nos piden sacrificios… cuando el presidente de la patronal nos ‘invita’ a que nos quedemos unas horas más, trabajando y con menor salario, cuando nos imponen subidas de impuestos intempestivas e injustas, nos abruman con sus demandas de mas recortes y se atreven a crear leyes que solo favorecen a sus amigos los defraudadores fiscales, nunca a a nosotros, ¿que hacemos…? nada o muy poco, en comparación con el agravio que sufrimos y el ejemplo que ellos nos dan es completamente el inverso, a lo que nos exigen.

El aprender a decir no, es la lección mas importante, para cientos de miles de personas en desamparo por leyes decimononicas y obsoletas. Junto a la mala la gestión de los recursos del país, favoreciendo solo a los ricos nos lleva al derrumbe sistemático de nuestros ingresos y al empobrecimiento generalizado, en donde satisfacer las necesidades básicas es casi imposible para muchos. 
Este gobierno ampara y premia la corrupción entre sus filas y olvida a sus votantes y a todos los que no podemos ni querríamos posiblemente, codearnos en las altas esferas del lujo y del vicio de la derecha, ya sea en la política u otros ambientes paralelos.

Vivimos en una cultura de corruptos de fama y poder mediático, que no ocultan ya su naturaleza interior, solo la disfrazan con palabras que suenan a tanguillos de vendedores ambulantes… solo buscan mas enriquecimiento, cuanto mas rápido y constante mejor, no les importan ni nuestro sufrimiento como clase, ni el del país en general.
Aprendamos a decir no, digamos no, a toda esta basura, debemos recuperar las ganas de sentirnos vivos y dueños de un futuro que nos han robado.