miércoles, 14 de noviembre de 2012

Se produce suficiente como para reducir la jornada laboral a 4 horas, alcanzando así la redistribución del trabajo y del ocio


Roberto Mérida y Gabriel Vázquez Torres, Sevilla

Se produce suficiente cantidad de alimentos en el mundo para alimentar 3 veces el equivalente a la población total del planeta, pero la realidad es que la muerte por hambruna existe; porque ese excedente no se reparte: Las empresas tiran alimentos para mantener los altos precios de los productos y competir en términos de mercado. Se produce suficiente cantidad de mercancías como para reducir la jornada laboral a 4 horas, alcanzando así la redistribución del trabajo, y el pleno empleo; pero la realidad es que el desempleo existe. Los que gobiernan promueven políticas que favorecen la destrucción de empleo, abaratando el despido, permitiendo que se aumente la jornada laboral; promueven, con sus recortes, la destrucción de servicios sociales, y la concentración, por medio de inyecciones a los bancos, de riquezas en manos de una casta de banqueros, grandes empresarios, y mercaderes de la política.

Vuestra felicidad no está en manos de unos pocos. Ellos no velan por todos nosotros. No favorecen la educación de tus hijos. Ellos, con sus recortes, capan, coartan lo que tus hijos van a aprender. Ese “ahorro” va a parar directamente a manos de unas personas, a las que tú no les interesas. Tan sólo les interesa la felicidad de ellos mismos, y de sus familias. Ellos no pueden empatizar con el pueblo: se rodean de gente cuya realidad es la codicia; en su universo, quien sea más codicioso es el líder.

Lo que tú produces con tu trabajo trabajo es mucho mayor que lo que te hacen creer. Tú te llevas un pequeño porcentaje,con tu trabajo, menor que lo que se lleva tu jefe,que está descansando en su isla.

Nuestra felicidad no está en manos de una casta de empresarios y políticos. Ellos están ahí porque no dejan darse a conocer a través de los medios a otras opciones, por miedo a que las votemos, y ellos pierdan su parcela de poder, que ellos copan. Hay gente más preparada que Ana Botella para ejercer la política ( http://www.youtube.com/watch?v=sVnpOGIzoGw&feature=youtu.be ), gente del pueblo: pero es a ellos a quienes los medios dan voz. Ellos controlan los mecanismos políticos. Con individuos como Ana Botella, acaparan las estructuras parlamentarias, manteniendo alejada de ellas a la población. Ellos reciben financiación de los grandes bancos, y las empresas, a quienes luego ellos asisten, en tiempo de “crisis”, con dinero público. Ellos lamentan, desde sus periódicos, a través de titulares como éste, que vemos en el ABC, cómo “el gobierno baraja inyectar a Bankia menos de los 19.000 millones de € que pide Goirigolzarri”. Pero la realidad es que barajan dar a este banco incapaz de sostenerse de la ruina generada por “los activos tóxicos” (esto es, hipotecas imposibles de pagar y casas que no se pueden vender, las cuales se dedican a comprar para vendérselas al Estado y que este haga frente con nuestro dinero a su ruina) más dinero que los 10.000 millones de € que recortaron a la sanidad y la educación pública, porque decían que genera “gastos”, que “no hay dinero, y estamos en crisis”. La pura realidad es que Bankia ganará 1.000 millones de euros una vez (que) reciba la inyección de 19.000 millones de dinero público. (05/06/2012) Un dinero que se está dejando de invertir en el aumento de la esperanza de vida.

Ellos nos meten miedo a diario, a través de los medios de prensa capitalistas, con varios avisos de muerte, miseria y recortes, con varios avisos de quiebra, con varios avisos de ruina, con varios avisos de represión, de despido libre, cierres de empresa, desahucios, salarios mínimos de miseria, venta de armas a monarquías absolutas de Qatar y Arabia Saudí y varios avisos de invasión a Siria. Ellos tienen más poder, y tienen más libertad que nosotros. Tienen el poder de ponerte un salario, tienen poder para despedirte, el poder de dejar entrar en España lo que tú consumes. El poder de no poner dinero para desarrollar la educación, la sanidad, la industria, las infraestructuras, para no invertir en investigación y desarrollo... Ellos no dejan que seamos libres. Permiten que estés bebiendo mientras te roban “el excedente” (o plusvalía): permiten que un empleado de la multinacional Mediamark cobre 800 € al mes, más 400 € en negro, mientras la empresa se lleva 3000 € de beneficios netos diarios. O que una trabajadora inmigrante del Horno san Buenaventura trabaje 9 horas diarias, a cambio de 700 € al mes, teniendo tan sólo 8 reconocidas en su contrato, mientras su bar cotiza tan sólo en venta de pan la cantidad de 2300 € de beneficios diarios. A esto llamamos “la plusvalía”, lo que se quedan de tu producto de tu trabajo.
http://www.youtube.com/watch?v=orx3IEDSknk (Marx. ¿Qué es plusvalía?)
Si se reparte el trabajo, sus beneficios decaen: decaen de tal forma que ellos continuarán siendo ricos, pero no tan ricos. No empeoraría su situación si tú cobrases 1000 € más de salario. La realidad es que sobra dinero. Sobran 1000 € adicionales, para dártelos a ti y al pueblo, para que cada persona del pueblo cobremos 2000 € de media al mes.

Es curioso que en el punto álgido de la crisis los ricos han cobrado un 7% más; es algo extraño que el pueblo haya disminuido sus ingresos, y los ricos hayan aumentado los suyos.

“La esperanza media de vida aumenta dos años por década, lo que equivale a 6 horas al día” (James Vaupel). El trabajo es fuente de riqueza, ¿por qué no se reparte ese trabajo? Porque no quieren que seamos libres. Ese reparto mejoraría la calidad de vida de todos nosotros.

El problema de los países más pobres no es que no aprovechen sus recursos, para aumentar la esperanza de vida al mismo nivel que los ricos. El problema es que no les dejan aprovechar sus recursos. Pero esa máxima es aplicable también a países como España o Portugal, Irlanda o Grecia: ¡que alguien nos diga!, ¿por qué se cierran centros mineros, cuando el carbón va a seguir extrayéndose de Polonia, y Europa del Este? Porque quieren que seamos un país de “sirvientes”, porque quieren que seamos un país de servicios. Porque han dedicado las riquezas del país casi por entero a la construcción y especulación del ladrillo, construyendo más de lo necesario, pero a precios inaccesibles, al que el trabajador, con un empleo cada vez más precario, no podía acceder, si no era a costa de endeudarse él y su familia durante los próximos 60 años.

Según la ciencia de James Vaupel, director del Instituto alemán de Investigación Demográfica, “en el futuro nos jubilaremos más tarde, pero trabajaremos menos horas a la semana.” (Redes) Esta es la verdad según la base del desarrollo científico, pero no es la realidad según las leyes del capitalismo. Según Vaupel, el avance que permite esto es un avance sanitario: la mejora gradual de la medicina y la sanidad públicas. Al recortar 10.000 millones de € en sanidad y educación, que es también dinero invertido en nuevos hallazgos científicos, ellos atentan contra el aumento de la esperanza de vida.

El aumento gradual de la esperanza de vida, del que habla Vaupel, es una verdad que no se hará real para España o Grecia, si los gobiernos siguen destruyendo la sanidad, y ahorrando en gastos para investigación y desarrollo de tratamientos médicos, medicamentos, y toda una serie de tecnologías. “No tiene ninguna explicación normal que uno dedique la mejor parte de su vida a trabajar 8 horas, para sacar a sus hijos y luego se quede 40 años redundante, sin saber qué hacer.” Esta verdad, la han comprendido muy bien los científicos del programa Redes. Según Vaupel, a quien entrevistan, “cada 10 años la esperanza de vida aumenta 2 años y medio, y no sabemos cuándo dejará de aumentar. Este aumento lleva produciéndose desde 1880”, pero sólo “en los países que están en mejor situación”. Añadimos: ¡claro está, a costa de la separación entre países pobres y países ricos! El actual sistema tiende a la división: de las personas en trabajadores y especuladores, de los países en pobres y ricos. La realidad es que España, antigua potencia venida a menos, es un país semiperiférico, cuyos bancos, están a punto de colapsar. Ni siquiera la explotación de países empobrecidos, como Perú o Argentina, a través de multinacionales como el Santander, Repsol, Telefónica... han permitido al sistema financiero español escapar a la crisis de deuda: los bancos españoles son incapaces de sostenerse sin devorar dinero del Estado. Para ello, tienen que destruir sanidad y enseñanza. Los bancos privados actúan como un pozo sin fondo, que devora las riquezas del país. Para seguir especulando en bolsa, para seguir destinando dinero a los paraísos fiscales, sacrifican el bienestar de la población, y el futuro. Esos 19.000 millones de € que le dan a Bankia, si se reparten, aumentarían la esperanza de vida, invirtiéndolos en sanidad y educación. Si se concentran en pocas manos: van a tener sanidad y educación a su antojo sólo los ricos. Hay personas que lo necesitan de verdad, pero como recortan en sanidad, España bajó del 1er puesto en sanidad pública al 14º. ¿Es que pretenden que nos muramos? Si se reparte el dinero, el futbolista puede tener acceso a 3 resonancias magnéticas, y el que lo necesita de verdad, también. Pero un factor coarta el libre acceso por igual a la sanidad pública: son los recortes en sanidad y educación, que estamos sufriendo para alimentar a una casta de ricos, enfermos de dinero y poder, a quienes no les importas, porque se niegan a repartirlo. ¡¡Ellos no quieren que seamos libres!!

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